Su cesta de la compra está vacía.

Darius Ortmann
Como tantos otros, Darius Ortmann se enamoró de la fotografía infrarroja. Sin embargo, desde la decisión de convertir una cámara que no usaba hasta las primeras buenas fotos hubo un largo camino y mucho que aprender. Echando la vista atrás, hoy nos habla de sus experiencias:
Como muchos otros fotógrafos, sigo teniendo cámaras antiguas que han perdido tanto valor entretanto que apenas merece la pena ofrecerlas en el mercado de segunda mano. Mi Fujifilm X-E1 ha estado viviendo una triste e inmerecida vida en mi armario. Aparte del autoenfoque (que no es tan malo), en realidad es una cámara excelente. Me gusta experimentar con la fotografía, así que se me ocurrió darle una segunda vida a mi cámara convirtiéndola a infrarrojos. Todavía no había probado los infrarrojos. Si no funciona o si me doy cuenta de que no es lo mío, sólo habré "perdido" el dinero de la conversión. De todas formas, no he utilizado la cámara. La cámara es compacta y ligera, y te la puedes llevar contigo.
El contacto con IRreCams fue fácil e informal. La conversión fue rápida y sin complicaciones. Es el tipo de servicio que uno desearía de muchas grandes empresas con los recursos adecuados. Mi cámara tenía ahora instalado un filtro de 700 nm. Sin embargo, los resultados tras el primer paseo fueron aleccionadores. Me di cuenta de que primero tenía que adquirir experiencia, igual que cuando empecé a fotografiar en blanco y negro. La diferencia con la fotografía en blanco y negro es que no puedes fiarte sólo de los colores. Una camiseta verde puede parecer completamente distinta en infrarrojos que la hoja verde de una planta.
Así que me lancé a aprender y adquirir experiencia. Rápidamente te das cuenta de que el efecto infrarrojo deseado se consigue mejor cuando brilla el sol.
Las nubes en el cielo están bien si el sol las atraviesa sin obstáculos. Además, un cielo azul resulta mucho más interesante en infrarrojos que uno nublado. Y así es como trabajo
Paso a paso y a aprender. Incluso con cámaras "normales", me gusta hacer fotos a última hora de la tarde o por la noche, cuando el sol está bajo y llena el mundo de luz cálida y sombras preciosas. Y entonces prefiero hacer fotos a contraluz. He seleccionado una simulación de película de alto contraste en mi cámara (blanco y negro con filtro rojo, contraste aumentado, DR100) para poder ver cómo se verá la situación en el visor antes de disparar el obturador.
Los JPG resultantes son bastante aceptables. No obstante, convierto los RAW manualmente en el PC, ya que así controlo mejor el proceso. No siempre me atengo a la conversión infrarroja habitual (hojas blancas, cielo azul oscuro), sino que también experimento con distintos colores. Como nadie puede ver los infrarrojos directamente, nadie puede decir si mi interpretación es "errónea". Pero no se trata de eso. No pretendo representar la realidad, lo que no es posible con la fotografía convencional. Me parece emocionante mostrar un mundo paralelo que es invisible para nosotros, un mundo que es muy parecido al nuestro, pero que de alguna manera parece surrealista y extraño gracias a los diferentes colores.
Cuanto más uso la cámara, más interesantes me parecen las fotos que salen al final. Es una forma estupenda de redescubrir motivos familiares.
Texto e imágenes ©Darius Ortmann. Encontrará muchas más fotos suyas de IR en su Infrared-blog o en su Página web. También ha publicado recientemente un artículo muy ameno sobre IR en el blog fokussiert.com.